Queridos
compañeros:
El
próximo día 4 de abril (en apenas dos meses) se cumplen cincuenta años del
fallecimiento de D. Antonio Magariños. Es absurdo pretender resumir en unas
líneas lo que D. Antonio significó para el Ramiro de Maeztu. Además, cualquier
cosa que aquí se pueda decir de él, la sabéis muy bien todos vosotros y la
sentís con la mayor intensidad. Por eso, este mensaje no es para anunciar la
publicación de un nuevo artículo en el blog (que nunca estaría a la altura de
lo que su figura merece), sino solo para recordar una fecha que significó un
antes y un después en nuestro Instituto. Nosotros no sabemos cómo fue el Ramiro
sin D. Antonio. Y creo que preferimos no saberlo. Para nosotros, uno y otro son
un todo inseparable.
Espero
que la dirección del Ramiro de Maeztu, la Consejería de Educación de la
Comunidad de Madrid y las autoridades deportivas nacionales se hayan puesto en
marcha y estén preparando el homenaje a D. Antonio que parece imprescindible en
este especial aniversario. Pero como (no sé por qué) no acabo de fiarme del
todo, quiero sugerir desde aquí que nuestra promoción (que es la última que
salió del Ramiro estando él) tome la iniciativa para promover los actos
académicos, deportivos, institucionales y religiosos oportunos que, en mi
opinión, deberían ser de la significativa relevancia que su figura merece.
Sugiero
que se forme una comisión con unos cuantos compañeros que lideren la
incentivación de dichos actos por parte de quien corresponda. Y, si no hay
ningún organismo dispuesto a emprenderlos, la propia organización de los
mismos, en la medida de nuestras fuerzas. Paco Infiesta podría liderar este
equipo, como ya lo hizo, con tanto éxito, en la celebración de nuestro
cincuentenario (solo es una propuesta, claro). Desde luego, se admiten
voluntarios. Del resto de compañeros ya sé que contamos con su apoyo
incondicional.
Pocas cosas nos darán tanta satisfacción como devolver una pequeña parte de todo lo que recibimos en aquellos años. Muchos merecen nuestra gratitud y nuestro cariño, pero pocos en la medida que los merece D. Antonio Magariños, alma eterna del Ramiro de Maeztu. ¿Quién se apunta? Un abrazo a todos,
Pocas cosas nos darán tanta satisfacción como devolver una pequeña parte de todo lo que recibimos en aquellos años. Muchos merecen nuestra gratitud y nuestro cariño, pero pocos en la medida que los merece D. Antonio Magariños, alma eterna del Ramiro de Maeztu. ¿Quién se apunta? Un abrazo a todos,
Paco
González de la Prom 65
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